domingo, 21 de octubre de 2007

Dios se murió


Por donde lo mires, no hay respuesta que darle. ¿Cuándo existió la justicia, cuándo? Las buenas personas no se merecen esto. Será la fragilidad de los tallos tiernos, y la resistencia de la mala hierba. Siguen subiendo ángeles al cielo, y siguen quedando vacíos inexplicables en los que quedan. Díganme ahora si éste dios es bueno, traten de contrariarme y desmientan ése axioma... ¡díganme si tal dios no juega a los dados con la vida! Impotencia. Rabia. El devenir azaroso de un sol aturdidor y cambiante nos hizo perder la fe. Y cuantas memorias repiten como un déjà vu ese ahogo en el pecho. Sólo puedo hacerles una canción. Pero cómo frenar su subida al cielo...

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