martes, 3 de julio de 2007

C'est moi I


Imagino mi cabeza recostada en un diván largo de terciopelo con un solo brazo, donde un ser sin rasgos me induce a un estado de hipnosis (luego de varios intentos fallidos). Estando en trance, aparecen algunos fotogramas de mi vida.
Sonrío. Con cinco añitos, cantando la Marsellesa con mi abuelo camino al campo. Con mi hermano tirando bolitas de barro a la pared. En mi “laboratorio” del patio de casa, investigando los aguijones de las avispas. Preguntándole a la catequista si no sabían de la teoría de Darwin para modificar el Génesis. Buceando a los 3,80 m en la pileta del club. Teniendo upa a mi hermanita por primera vez. Llorando porque no sabía por qué mi mamá lloraba cuando me vino. Los viajes. Los cumpleaños de 15. Feliz, inmensamente feliz, sola con mi imaginación o con mis amigos, rodeada de verde.
De repente todo es gris, vienen momentos de impotencia, pérdida de fe, llanto.
-¿Acaso ése fue mi quiebre?- me pregunté. Recuerdo cuando las Torres Gemelas cayeron un 11 de septiembre, revivo momentos de incertidumbre en el 2001; yo metida en un mundo que no comprendía. Fue como nacer otra vez, me sentía extraña, estúpida, engañada, ilusa. Y ahí fue cuando la mente se precipitó en la búsqueda de los porqués... ni yo sabía en qué me entrometía.
Tiemblo en total lobreguez. La muerte me roza de cerca, presenciándola, viéndola robarlo de mis brazos, convirtiéndolo en ángel. Volví a cambiar. Y llegaron más días límites, días de duelo, tomé conciencia de lo pasajero y lo permanente. El Amor... a cambio de curarme me empeoró. ¿Por qué algo tan bello lastima? Lo que más aprendí fue a decir adiós. Las fuerzas casi me vencen, siento querer aletargarme en espejismos para no recobrar lo que viví.Despierto. Mis manos se mueven, mi pecho resopla, y mis pies se escapan de las frazadas para dirigirse a la cocina. Mi café con leche habitual, me recuerda que aún estoy viva, para algo, por algo. A pesar de los pesares, las tormentas revueltas, el sinfín de preguntas... estoy ahora, consciente, el resto es pasado.

No hay comentarios: